Posiblemente, aunque no tenga Instagram, usted conozca a alguno de los conocidos que constituyen el selecto club en España que tiene bastante más de 20 millones de seguidores. Son muy pocos: Sergio Ramos, exjugador del Real Madrid (48 M), Ester Expósito, actriz y personaje principal de la serie Élite (28,8 M), Georgina Rodríguez, modelo y pareja de Católico Ronaldo (28,4 M) y Úrsula Corberó, actriz en La Casa de Papel (24 M).

 

No obstante, si no posee TikTok es más complicado que sepa quién es Julia Menú García. Esta almeriense de 31 años alcanzó hace poco los 22 millones de seguidores, convirtiéndose en la segunda persona más habitual de TikTok en España solamente por detrás del artista Naim Darrechi. La mayor parte de los fanáticos de Julia Menú son la base inicial de esta interfaz que se desarrolló hace cinco años: jovenes y pequeñas. «Mi hija vio a esta chica en TikTok y me dijo: ‘Mira qué atractiva, mamá'», explicaba una madre en su canal de YouTube en 2019. «Pues yo la conozco». «¿Cómo la vas a comprender?», le respondió la niña. «Es como si conocieras a Lady Gaga».

@juliamenugarcia

Cuando el amor es verdadero no existe motivo que lo destroce,,

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El triunfo de Julia, que en tres años pasó de trabajar en una cooperativa de flamenco en Almería a ser la reina de TikTok en España, es un óptimo retrato de esta comunidad que en septiembre superó los 1.000 millones de individuos y intenta destronar a Instagram. Por un lado, Julia ejemplifica cómo TikTok facilita a algún persona subir a la cúspide de la popularidad en Internet con un móvil y algo de felicidad y descaro. Pero además cuestiona qué se recompensa en Internet o cómo se monetiza la viralización y representa los esfuerzos de los ‘influencers’ en TikTok por mover su triunfo a otras interfaces más lucrativas.

«A mí TikTok me cambió la vida», cuenta Julia en conversación telefónica con El Confidencial en la primera entrevista que otorga a un medio nacional en España. «Yo sigo siendo la misma, tenga un fan o 22 millones de seguidores, no se me subió a la cabeza porque yo sé lo que es trabajar bastante y ganar poco».

Julia recuerda el primer TikTok que subió en su vida: el 4 de agosto de 2018. Le fue bien y, desde ese momento, no dejó de divulgar vídeos en esta comunidad. Ni un solo día. Cuando sus padres vieron que su hija pensaba dejarlo todo para ocuparse a ser ‘influencer’, intentaron desanimarla para que continuara haciendo un trabajo en la cooperativa. Otros amigos le dijeron que se encontraba loca. En este momento, tres años después, cuando Julia Menú regresa a su casa en Roquetas de Mar hay días que está a mamás que han venido desde todas partes de España para soliciar autógrafos o imágenes para sus hijas.

«Al inicio me perseguían grupos de pequeñas pequeñas y yo no sabía qué llevar a cabo, pero próximamente aprendí a llevarlo lo más bien que se pueda», recalca Julia. «Muchas pequeñas descubrieron donde vivía y se ponían a grabar con el dispositivo, realizando vídeos de TikTok. ‘¡Julia, Julia!’, gritaban. ‘Somos tus fanáticos, te amamos y te hemos traído regalos'».

Todos los días me empezaban a continuar cientos de cuentas de la India o de países muy lejanos. En una semana conseguí seis millones de seguidores

 

Esta ‘influencer’ comenzó en 2019 a llevar a cabo manuales de transiciones en TikTok —cambio de situaciones para llevar a cabo los vídeos más fluidos— que sumaban hasta 30 o 40 millones de visualizaciones. «Cada día me empezaban a continuar cientos de cuentas de la India o de países muy lejanos. En una semana conseguí seis millones de seguidores, fue loquísimo», cuenta. Su instante culmen llega a finales de 2019 y a inicios de 2020, cuando cada TikTok de el poseía de media tres o 4 millones de visualizaciones.

Pero ¿qué hace para tener muchos seguidores? En su perfil combina chicos gags, lip-syncing (playback), bailes, monólogos serios sobre sus inconvenientes con la fertilidad y bromas con su pareja —que además es tiktoker y suma bastante más de 9 millones de seguidores—. Si uno jamás vió un vídeo de TikTok es viable que el tono humorístico de los vídeos de Julia le chirríe o no lo entienda. Pero eso además es TikTok, un cajón de sastre donde hay toda clase de vídeos que distribuyen un objetivo: retener tu atención. Varios de los TikToks de Julia son fácil humor simple (su pareja le pone una etiqueta en el coche en el que pone «pítame si conduzco mal»; ella le echa mucha sal en la paella o los dos ironizan sobre las relaciones sexuales), asaltos de sinceridad o sencillas moralejas universales.

En su articulo más visto en la crónica de TikTok, entre otras cosas, la ‘influencer’ sale de un autoservicio con la adquisición e ignora a un joven pidiendo limosna, pero al momento se le cae la cartera y el chaval, en lugar de quedarse el dinero, se lo devuelve. Ella, como compensación, le adquisición comida. Podría parecer principiante, pero es el contenido que triunfa en TikTok: se viraliza ágil por todo el planeta porque todo el planeta lo sabe. Tuvo bastante más de 70 millones de visualizaciones.

En otros vídeos, ella intenta «concienciar» a la multitud del inconveniente de la crueldad machista y se disfraza de víctima frente a su marido maltratador —maquillada con moretones—. «Me escriben bastantes mujeres dándome las gracias por comentar de esta eventualidad. Además intentamos el castigo psicológico de las mujeres a los hombres, eh». Ella ha recibido críticas por banalizar el machismo y su pareja todavía más, pero Julia cree que son efectivos. Al final de cuenta, todas las comunidades tienen su tono propio y este es el estilo que hizo que Menú García esté en el top 60 de tienes más seguidores en TikTok de todo el planeta.

 

No obstante, por varios fanáticos que tenga Julia Menú García, sus 22 millones de seguidores no son comparables a los de otras comunidades como Instagram. Por un simple motivo: en TikTok importan muchísimo más las visualizaciones de tus vídeos que tus seguidores. De hecho, al ingresar a esta comunidad tienes dos pestañas: «siguiendo» y «para ti», en donde un algoritmo de la interfaz te enseña los vídeos cortos más acordes a tus opciones. Y TikTok proporciona prioridad a esta pestaña porque es más posible que perfiles que no conoces te sorprendan y te contengan enganchado al teléfono.

 

Da lo mismo los seguidores que poseas. ¿Sabes hacer contenido original? ¿Eres una máquina de viralidad? Aquí tienes las llaves para la popularidad

 

Las investigaciones insisten en que un porcentaje destacable de jovenes sueñan con ser ‘influencers’ o youtubers para imitar a sus ídolos. Y, en ese sentido, TikTok es el ámbito ideal para conseguirlo. Mientras Instagram, YouTube o Twitter premian a esos que ya tienen un estatus de popular, el algoritmo de TikTok se enfoca en tu capacidad para sostener la atención de los individuos. Da lo mismo los seguidores que poseas. ¿Sabes hacer contenido original? ¿Eres una máquina de viralidad? Aquí tienes las llaves para la popularidad.

 

Al inicio de 2020, la comunidad, propiedad del enorme chino Byte Dance, poseía 500 millones de individuos. Un año y medio luego ya acumula mil millones de individuos, convirtiéndose en la aplicación más descargada del planeta. Varios profesionales esperan que, en algún instante, pase a Instagram. No obstante, pese al desarrollo mundial de TikTok y al incremento de seguidores (suma +8 millones desde octubre de 2020), los vídeos de Julia Menú contradictoriamente cada vez se ven menos.

«Yo pienso que son épocas, pero hay numerosas cosas que pudieron influir», dice Julia al ser preguntada por su caída de visualizaciones en TikTok. «Tú puedes tener la proporción de seguidores que desees, pero si tu contenido no es viral no llegará», reconoce. Algunos de sus últimos vídeos, entre otras cosas, tienen menos de 100.000 visualizaciones, el 0,5% de todos sus fieles. «Te agrade o no, Tik Tok trabaja de esta forma», se resigna.

Ella lo achaca, por ejemplo causas, a que en este momento hace más contenido en castellano (antes varios de sus vídeos eran mudos) y al supuesto cambio en el algoritmo que se ha producido tras la construcción del fondo de autores de TikTok, un programa reciente de la interfaz para «premiar y apoyar a los especiales talentos de nuestra interfaz» (y además contener la embestida de la rivalidad de Instagram, YouTube y Snapchat). TikTok jamás prometió que con ese fondo sus individuos se fueran llevar a cabo millonarios (aunque afirma que ha guardado 2.000 millones de USD para los siguientes tres años), pero las expectativas de varios no coincidieron con el dinero que por último han ganado.

TikTok le paga menos del salario mínimo

Meses atrás, un usuario de TikTok afirmó que Julia Menú se encontraba cobrando cerca de 1.200 euros al mes por el software de monetización de esta comunidad. Más allá de que la cifra era ridículamente baja para el número de seguidores que ella poseía, Julia salió a desmentirlo: la cantidad que TikTok le había comprado por su trabajo en la interfaz en el mes de junio, ha dicho en un vídeo, solamente ascendía a 700. Y desde que forma parte del programa de monetización logró un total de 18.000 euros. «No es nada relacionado con lo que puedes ganar en otras interfaces», afirmó entonces.

«Quise aclarar que el dinero que me estaban dando era menor. Te digo una cosa: si solo tienes capital por medio de TikTok, no te puedes dedicar a ello… con 700 euros es realmente difícil», asegura en este momento Menú García. «Yo quiero que este fondo no tenga existencia, porque algunos aseguran que te termina afectando a la viralidad y a las visualizaciones, pero no sé…».

El verdadero negocio en ser una estrella en TikTok está en los acuerdos de los ‘influencers’ con las marcas. En primavera, Amazon desarrolló una página de productos llamada «los últimos que se hicieron virales» debido al hashtag #TikTokMadeMeBuyIt (un hashtag que acumula bastante más de 5.000 millones de visualizaciones). Además, TikTok en este momento se encuentra imitando a otras enormes tecnológicas para plantear la comunidad como un gigantesco centro comercial en el que no haya que salir de la aplicación para adquirir los productos de tus ‘influencers’ preferidos.

«Afortunadamente, yo no dependo del dinero de TikTok y estoy metida en YouTube, Instagram, agencias o colaboraciones con marcas», cuenta Menú García, quien elige no revelar sus capital pero afirma que, aunque no es «millonaria», puede vivir realmente bien. En Instagram ya tiene bastante más de medio millón de seguidores. Y ahí, entre otras cosas, sube un contenido más sugerente y adulto que en TikTok o YouTube.

 

De jovenes a mayores (y cómo guardar tu audiencia)

Justo antes de la pandemia, a inicios de 2020, las primordiales cuentas de TikTok han recibido un mensaje de la plataforma: empiecen a hacer contenido para mayores. Al inicio, en TikTok había más jovenes pero las tecnológicas acabaron pidiendo, a regañadientes, por lo menos tener 13 años para crear una cuenta. «Además, desde la cuarentena se metió muchas personas adulta que antes no se encontraba», asegura Julia Menú.

El razonamiento detrás de la estrategia de TikTok era sencillo: si deseaban continuar creciendo y engordando el número de individuos debían dejar de ser percibidos como una comunidad única para jovenes. «Yo no lo quité de manera extremista, porque poseía varios seguidores infantiles, pero comencé a combinar y intenté de desviar varios jovenes a YouTube, donde solo hago contenido infantil. Y ahí sigo tratando llevar a cabo la estabilidad».

Poco luego comenzó a tener triunfo en YouTube, una interfaz donde tiene menos seguidores pero es más lucrativa a nivel relativo. En esta comunidad, Julia Menú cuenta las aventuras de las hermanas de TikTok, donde ella misma hace el papel de numerosas pequeñas y jovenes inspirada por las historias que vivió con sus siete hermanos en su casa de Almería. «Al inicio TikTok solo te dejaba 59 segundos y mis historias sobre las hermanas duraban hasta siete minutos. En lugar de dividirlo en siete, se me sucedió pasarlo a YouTube», cuenta.

El triunfo del canal, donde tiene bastante más de un millón de seguidores, le llevó a divulgar un libro que se titula ‘Las hermanas de TikTok’, que ya va por la quinta edición y está designado a un público infantil. En este momento la labor para Julia es doble: volver a tener millones de visualizaciones en TikTok y continuar transfiriendo seguidores a Instagram y YouTube, dos comunidades donde es más simple hacer monetizable la viralización y el peso de los seguidores.

No se ve una labor simple. Ella, por ahora, tiene una seguridad financiera asegurada. Y, aunque considera el trabajo «estresante» porque no para de trabajar «24/7», está feliz con la vida que transporta en este preciso momento. Preguntada por su futuro, no obstante, Julia Menú García lo sabe. «Este chollo de las comunidades se me va a terminar algún día», culmina. «Y cuando llegue ese día, me dedicaré a otra cosa sin inconveniente».